martes, 15 de abril de 2014

La gran importancia de conocer y ejercitar los músculos perineales.

Antes de pasar al asunto de esta entrada ( la vitalidad de la musculatura perineal), expresar la importancia de ser conscientes de que el mercado necesita personas enfermas o descontentas con su aspecto, personas a las que vender productos que curan, rejuvenecen,  pulen, adelgazan y  transforman milagrosamente lo imperfecto en " maravilloso", cuando lo perfecto simplemente es imposible. ¿Y qué?
A través de mil formas se ha ido conformando el imaginario colectivo de cómo se debe ser so pena de convertirte un ser desgraciado, desterrado, marginado de la sociedad...Y nadie desea quedarse al margen.

Y esto hace mella especialmente en la mujer, a la que se  exige unos cánones de perfección más altos que al hombre. No en vano es tratada como enferma en demasiadas ocasiones, muchas de las cuales nada tienen de patología. El parto no es una enfermedad, como no lo es la menopausia, ni unos kilos de más...en fin...

Esta realidad  obedece a un interés crematístico a criticar.

Dáte cuenta cómo te influyen estas cosas, conoce quién eres y decide qué hacer al respecto del bombardeo mediático, con lo que sientes.

Sí ocurre que a medida que transcurre la vida nuestro cuerpo va perdiendo  elasticidad, nos cansamos más, la vista necesita alguna ayuda...es lo normal. Y para aceptar y disfrutar la evolución y estar en la mejor forma posible, lo ideal es conocer sobre anatomía, sobre lo físico y sobre lo emocional y entrenarnos, si nos apetece y porque queremos.

Respecto a nuestra anatomía, como mujeres, es importante perder el miedo, o flexibilizar en los reparos que pueda suponerte hacer una excursión, mejor dicho una incursión, para inspeccionar esa zona nuestra algo escondida que es la vagina.  Para identificar la musculatura que interviene en la zona perineal, podemos empezar por tener una actitud curiosa. Observa la zona con un espejo, o a través del tacto. Introduce los dedos con suavidad en los distintos orificios (vagina y ano), si te apetece, teniendo en cuenta lavarte las manos con jabón si has empezado por el "petit derrier". Palpa las paredes de la vagina, a un lado y a otro, sin miedo, no pasa nada...Prueba a contraerte como si quisieras aguantar el pipí y luego relaja poco a poco. Puedes ayudarte de la respiración. Inspira y toma aire profundamente, haciéndolo llegar al abdomen. Retén unos segundos el aire y aprovecha para contraer la musculatura vaginal y aguantar ahí un poquito. Luego empieza a soltar el aire lentamente, a la vez que relajas el perineo. A medida que experimentes esto, entenderás que esa es una musculatura que puedes controlar a voluntad. Y la gracia está en que ejercitándola, gracias a esa capacidad de control, podemos conseguir una fortaleza muy necesaria en la vida adulta, no sólo para ejercicios de placer, sino en momentos como el parto, o en momentos de esfuerzo para controlar las potenciales pérdidas de orina tan molestas, que no vergonzosas. Este asunto es muy generalizado y sin embargo se oculta por un sentido de pudor, comprensible. Hemos de aprender mucho, sobretodo desaprender en cuanto al sentimiento de culpa y de imperfección.
Por todo ello pienso que es importante hablar de esto a nuestras hijas para que aprendan a ejercitar esta musculatura, para que la atiendan y la mantengan tonificada.

Os pongo un enlace a una entrada con unos ejercicios interesantes para fortalecer la musculatura perineal. Quiero remarcar que la utilidad del control de esta musculatura va más allá de poder mejorar el  placer sexual. El interés es aumentar tus capacidades en momentos en que esta musculatura es necesaria para tener mejor calidad de vida . Y esto es como todo, a mayor control, más posibilidades. 




También os dejo un enlace interesantísimo sobre los famosos ejercicios de Kegel para saber más cosas. 

No hay comentarios: