miércoles, 30 de diciembre de 2015

Els Veïns de Dalt

Siempre es interesante hablar de sexo y eso es lo que hacen los protagonistas de esta comedia de Cesc Gay, que estos días está en cartel en el Teatro Romea, en la calle Hospital 51 de Barcelona. Una hora y veinte minutos de risas a costa de esas dos parejas que forman el reparto, los anfitriones y sus vecinos desinhibidos del piso de arriba.

Interesante poder reirse de ellos, precisamente porque en esas carcajadas nos estamos riendo de nosotros mismos, de nuestras miserias, inercias, ignorancia, tabúes y aburrimiento y también de nuestros atrevimientos y diversiones.

Interesante porque desde el escenario escuchamos hablar de los orgasmos atómicos, explosivos, ruidosos y estupendos que algunas señoras tienen. Y oye eso a mi me parece genial. Hablar de sexo, de placer, de pasarlo bien, sin titubeos...y de mujeres, que ya va siendo hora de ver normal que nosotras seamos capaces de disfrutar sin ambajes ni fingimientos, cuando y como nos apetezca.

Imposible que no salgan algunos tópicos, que nos mueven a la risa, y que es necesario señalar, que denotan que en nuestro entorno, aún el macho tiene miedo de que se dude de su hombría, como si el sexo entre hombres rebajara la categoría de quien lo practica. "¡Eh! que que se sea muy liberal y abierto para el sexo no quiere decir que nos vaya la carne y el pescado, ¡faltaría más!", nos viene a decir el guasón y ultramoderno vecino que gusta de las orgías y los "ménage a trois" o a cuatro...

Sea como sea, yo me divertí un montón. ¿Quién no ha escuchado a otros alguna vez en plena faena? o ¿quién no ha tenido un día sin niños alrededor, en que poder dejar que la voz exprese lo que el cuerpo disfruta? 

La idea es, como decía antes, que se hable de sexo con acierto y sin tabúes. Es un tema que interesa, por eso nos da tanta risa. Por eso nos da tanto miedo hablar de ello. Y frente al miedo, risas...Y lo que nos muestran en el escenario no es tan ajeno. Cada cual tiene sus experiencias, pero está claro que ahí hay tema y que quien más, quién menos está deseoso de más ocasiones en las que experimentar placer, deseo, ternura, amor, junto o por separado, y vivir y mover la energía.

El sexo es vida, suena a anuncio de radio, ja ja, y es una verdad como un templo. Desde las primeras incursiones en el conocimiento del propio cuerpo, en la adolescencia, con la masturbación, se entra en contacto con la propia fuerza y un poder de enraizamiento importante, aprendiendo a gozar de la vida a través del propio cuerpo. Ahí se aprende qué nos gusta para más adelante poder compartir el goce y la vida con otras personas. Y eso es maravilloso. Y de todo esto hay que hablar. Siempre desde el respeto por una misma y por las otras personas.

Id estos días al Romea, pasaréis un ratito divertido y tal vez os entren ganas de intimar con vuestros vecinos de arriba...




Imágenes extraídas de la web www.teatreromea.cat





lunes, 28 de diciembre de 2015

Repensar la sexualidad desde el feminismo.Hablemos claro.

Un lujo escuchar hablar con rigor y seriedad sobre estos temas, nada más ni nada menos que a Amelia Varcárcel.  Por eso cuelgo aquí un vídeo en que da una conferencia hablando de la necesidad de repensar la sexualidad desde el feminismo.

No voy a explicar lo que ella dice porque lo más aconsejable es escucharla directamente. Lo que sí voy a decir es que a lo largo de la historia quienes han hablado de sexo han sido ellos y lo han hecho de forma completamente sesgada y ligada a los conocimientos de cada momento, valga decir que muy deficientes. Hace falta insistir en que la mujer ha sido tomada como un ser de categoría secundaria y por tanto se ha ignorado su capacidad de reflexión y de ser de pleno derecho y entidad. La razón: el dominio y el poder del hombre dentro de las relaciones sociales.

Después de escuchar a Amelia Valcárcel y a Esperanza Bosch, y reflexionar sobre los acontecimientos y sobre cómo han sido las cosas para las mujeres, y cómo siguen siendo a lo largo y ancho del mundo, no puedo sino agradecer haber nacido mujer y haberlo hecho en este lugar de Cataluña y en plena mitad del siglo s.XX. Es por estas tres cosas que puedo hablar de cómo es la sexualidad femenina, cómo se vive, y por supuesto dejar constancia de la explosión de matices y capacidades que tenemos. Y es también por eso que en estas latitudes las mujeres podemos sentirnos personas de pleno derecho y llegar a compartir nuestra vida con otras personas y desde esa igualdad gozarnos y jugar al juego que es esta vida. Porque si en el sexo los participantes se desconocen o se infravaloran, la cosa pierde calidez y calidad. y es que en el resto de esferas de la vida es exactamente lo mismo.

Y es que en cosas de  sexo, ¡cuánto miedo genera mostrar o hablar con naturalidad ! Sí, es fácil acceder a imágenes y filmes pornográficos y sin embargo cuán poco se habla de cómo vivimos y cómo nos gusta la sexualidad a las mujeres. y cómo de importante es que nos conozcamos y nos exploremos...Y es importante también expresar que los hombres también cargan con una serie de "verdades" que a ellos también les condiciona negativamente y por ello nos afecta también a nosotras.

 Y es que a tanta ignorancia hay que añadir las relaciones de dominio . Entre lo uno y lo otro el goce desde la plenitud y la igualdad muchas veces es difícil, por no decir imposible.

Señalar también que en la actualidad, ahora que ya podemos hablar algo más, hay un gran asombro frente a la capacidad de goce femenino, esa capacidad poderosa de ser y explosionar durante un largo recorrido, que en muchos casos el hombre no puede sostener. Y no pasaría nada si se aceptara que los ritmos, las intensidades son distintas y que en esa diversidad de matices está la riqueza, y que todo forma parte de un juego maravilloso que es el regalarnos goce mútuo y pleno, para sostenernos en este mundo con más alegría.
En lugar de esto, el patriarcado, a través de sus múltiples brazos, se ha encargado de reprimir, silenciar, ignorar, culpabilizar toda manifestación referente a la sexualidad femenina.
La mujer no desea, no siente, no goza y sólo ha estado ahí para satisfacción de las necesidades imperiosas e irreprimibles del hombre, que ha sido el Poder inmutable. Y por supuesto para parir mano de obra y permitir su desarrollo hasta que pueda usarse.

Y aunque a muchos aún les parece que no, es muy necesario el feminismo, el estudio de los procesos sociales que han permitido y permiten tanta desigualdad. para crear conciencia y permitir coger fuerza y poder a las mujeres para ser lo que somos sin complejos y culpabilidades.
Nos hace falta escucharnos, salir de las creencias que siguen flotando en el imaginario colectivo y atrevernos a vivir como mujeres, personas de pleno derecho, y a gozar nuestra sexualidad como mejor nos parezca.

Estoy convencida de que una sexualidad vivida con plenitud y conciencia es un elemento muy poderoso para tomar la fuerza que somos y que nos permite tomar nuestro espacio y lugar en el mundo.


Amelia Valcárcel: El feminismo debe repensar la sexualidad



Esperanza Bosch: Amor, sexo y patriarcado


domingo, 6 de diciembre de 2015

Relat del dia a dia. Sobre igualtat i a manera d'homenatge a les dones que no tenen vida pròpia.

Miro per la finestra del despatx. El sol brilla i il.lumina el carrer. Avui, en Marc anirà sol a buscar els nens a l’escola. Sempre que puc hi vaig jo també i m’encanta, precisament perquè no hi puc anar sempre i és com un luxe, fer de mama. Moltes vegades hi va l’avi a buscar els nens perquè a nosaltres se’ns encongeix el temps, amunt i avall, en continues reunions i compromisos laborals. N’estic una mica tipa!
De tots els dies de la setmana,  el que més m’agrada és el que ens escapem a dinar junts amb el Marc, ep!, després del vespre que me’n vaig a ballar o al cine. Amb l’excusa de fer la compra, anem a dinar a un restaurantet just al costat del supermercat, i tenim una estona per a nosaltres. Després, en mitja hora enllestim la llista, patates, cebes, tomàquets, fruites, arrossos, sèmoles, bistecs, lluç o salmó,  i alguna que altra tonteria que s’escola miraculosament cap el fons insaciable del carro, i cap a casa, a posar-ho tot en ordre. Reconeixo que tinc un deute amb mi mateixa: les columnes del parking i jo estem enemistades i li he passat la pilota de l’aparcament al Marc...així que pujo la compra sacrificadament i l’organitzo a canvi de que ell fiqui a la cova l’automòbil. Arggg!!!

 La neteja ens toca dissabte sí i dissabte també! A cap dels dos ens agrada agafar el motxo, així que més d’un cop agafem les de Villadiego, que dirien per les Espanyes, i fotem el camp. Un cop al mes venen la Isabel i el Lluís a casa a fer-nos un cop de mà amb els vidres i la neteja de fons, perquè sinó la casa semblaria una cova! Em pregunto perquè l’ordre natural de les coses no és al revés, perquè la pols enlloc de dipositar-se silenciosament sobre les superfícies no podria marxar volant ni que fós fent una mica d’enrenou.

Ah! Se m’oblidava! Vaig a trucar en Pep. El necessito com a parella de ball per a la sessió de Lindy Hope. Quasi sempre hi anem més dones, així que si el convenço, cosa que em costa poc, ajuda a equilibrar una mica les energies a la sala. Jo li dic al Marc que qualsevol dia me’n vaig de casa, juas, juas...  Ballar és quasi com fer l’amor i si t’hi entens molt bé amb algú...no sé jo què pot arribar a passar! Ell se’n riu de mi amb una mirada entremaliada. Sap que com a amant em té guanyada! I també sap que m'encanta ballar...



 Imágen extraída de:
http://www.deviantart.com/morelikethis/210319756?view_mode=2adir leyenda




viernes, 27 de noviembre de 2015

Ana de Miguel: Neoliberalismo sexual. El mito del libre albedrío.


Me encuentro con este vídeo, que ha amenizado mi rato matutino de limpieza de la casa. Yo con la fregona y mi pareja con el aspirador, mientras Ana de Miguel andaba con su interesante discurso. Lástima que él no debe haber escuchado ni media por el ruido del trasto que andaba manejando. Ya se lo paso más tarde sin duda.
La cosa es que estoy reescribiendo mi libro, que espero tener pronto, y en uno de los apartados hablo de feminismo y me ha gustado escuchar este concepto de libre albedrío como mito. Y es bien cierto lo que apunta Ana respecto a como nada más nacer se nos conduce a unos modos de hacer y a unos roles. El ejemplo de cómo cercenamos la oreja a las personas que nacen con órganos genitales externos femeninos, dando por hecho que será presumida, querrá adornarse y entrar en los roles que hemos asumido como propios de las mujeres. Y esto es algo que nadie se plantea ni pone en tela de juicio. Y no es que adornarse sea malo per se, la cosa es que al nacer no deberíamos marcar diferencias por razón de genitalidad. Esto es porque el desarrollo humano debe ser libre y que cada cual a medida que crece vaya eligiendo como se mueve y se relaciona en el mundo. 

Y eso otro de que no existe la épica de la mujer también me ha gustado. Es verdad que en el cine hasta hace poco las cosas interesantes sólo las hacian los hombres. Menos mal que esto va cambiando. 

Como ella doy gracias haber nacido mujer y en estas latitudes porque en la mayor parte de este hermoso planeta las mujeres no pintamos una eme...Gracias a todas las mujeres en lucha y gracias también a todos los hombres, que pese a la cultura que arrastramos también están en esta lucha y entienden que el feminismo es la defensa de la igualdad de derechos de las personas y que defiende la inclusión de todas y de todos, con independencia de su condición.







jueves, 12 de noviembre de 2015

Sobre cómo sentirnos libres, autosuficientes, sin ser esclavas de nosotras ni de nadie.


Mi descubrimiento de hoy es para la web de Maria Castejón (www.lasprincesastambienfriegan.com). ¡Cómo me gusta! He ido a parar allí a través de la entrada  Trabajo azul, príncipe fijo, en Píkara Magazine, revista a la que me suscribí hace unos meses y que me parece muy necesaria. Ja, ja, además me encanta el nombre que le ha puesto a su web. Eso de que las mujeres también friegan es genial y oportunísimo. ¡Ay!

Os dejo más abajo el enlace a la entrada de la Castejón, porque me he sentido bastante en resonancia con lo que ella expresa. Y es que es muy cierto que las mujeres para ser reconocidas socialmente hemos recurrido a tener una pareja estable, o a buscar ese lugar de ser social a través de un buen trabajo en caso de no tener o no querer pareja masculina. O a ambas cosas. Esto es así.  

Va empezando a ser hora de aprender a reconocernos y validarnos a nosotras mismas por lo que ya somos como seres humanos. Y claro no podemos obviar ni olvidar que necesitamos comer, tener unos ingresos para una dignidad de vida, y que el patriarcado no ofrece iguales oportunidades a hombres y mujeres. Y esto también es así en términos generales.

Esta sociedad exige doble a las mujeres. No olvidemos que los hombres básicamente buscan el reconocimiento social en base a su empleo, con el que forman un pack casi indisoluble. No eres hombre, eres tu trabajo (casi como con el automóvil). Si como hombre no tienes empleo no eres nadie. Y no eres suficientemente mujer si no tienes pareja y previsión de criaturas. Y si tienes pareja y no tienes trabajo remunerado quedas disculpada y eres una adorable ama de casa. 

Si eres mujer sin pareja y sin trabajo, entonces ¿quién eres?

La cosa es que no siempre se tiene trabajo y no siempre se tiene pareja, unas veces porque se elige y otras porque no hay manera, oye. Cuando una elige, no hay problema existencial. La dificultad empieza cuando una sí quiere pareja para compartir su vida con alguien, o cuando una quiere trabajar remuneradamente porque necesita pagar las facturas, y no hay manera de encontrar una persona que calce el zapato adecuado  y no se encuentra ese trabajo para la dignidad que decía por ahí arriba. 

Entonces, y busco una respuesta para mis cavilaciones, ¿qué hacemos?.

La solución a lo de la pareja es desaprender muchos patrones instaurados en nuestra propia psique y aprender a responder. Si quiero pareja y no la encuentro, busco soluciones emocionales para sostener el asunto hasta mejores tiempos. Si tengo pareja y no cuadra con los cánones socialmente aceptados, ideo capacidades de sostener mis preferencias y saber poner en su sitio a quienes se mueven en patrones de conducta aceptados y que cuestionan mi modelo, tan válido como el suyo.

 Y en cuanto a lo del trabajo, también hay mucho que desaprender. Lo que está claro es que comer es una costumbre que tenemos, mira tú, y no creo que seamos capaces de eliminarla. Una vez que conseguimos cubrir las necesidades básicas, las que están en la base de la pirámide, que es todo un reto que nos condiciona un montón, cubrir la necesidad humana de reconocimiento como personas sociales, vamos a tener que ir pensando en cubrirla de alguna otra manera a como lo hacemos. Anhelar el éxito social a través de lo laboral nos hace sufrir mucho. Tal vez va llegando el momento en la historia de empezar a sentirnos "parte de" más que individuos, en el sentido de substituir la necesidad egoica de reconocimiento por la convicción de que es más importante lo que compartimos y lo que damos que lo que recibimos. No sé.  

De todos modos y mientras tanto, es importante compartir nuestros sentires y poner sobre la mesa las dificultades en las que nos encontramos. Expresar es un primer paso para sentir consuelo y para buscar otras maneras. Desde lo aprendido y lo mamado desde pequeñas, resueno muchísimo con lo que explica María Castejón. En mi caso me pillo reconociendo que tener pareja, a parte de permitirme de otras cuestiones, ha cubierto perfectamente el guión de mujer reconocida como mujer y validada con lo socialmente esperado. Exagerando sólo un poco, yo también me creí ese guión que flota en el ambiente y que en voz en off va aireando que si eres mujer y no tienes un macho a tu lado, es que no no eres suficiente atractiva o eres lesbiana, como si no estar dentro de los cánones de belleza exigidos o tener una opción sexual distinta al patrón hetero, fueran invalidantes. ¡Cuántas memeces útiles al sistema nos hemos tragado!

Y en mi caso además, a pesar de que se supone que lo de mujer-mujer ya está validado, faltaría el reconocimiento social que me impongo en lo laboral, y esa otra voz en off que habla de cómo es una persona de éxito. (Aquí expreso en voz alta un ¡ay! porque casi con 50 tacos aún ando situándome, no sin complicaciones). He podido escoger (no siempre se puede) aventurarme en el mundo laboral y ahora enfrentaremos la cruda realidad tiburonil, no sólo en el sentido de que como mujer lo tendré más complicado, es que ahí se añade la evolución del mercado laboral, la de la capacidad adquisitiva general y el nivel de precios de los mercados...Claro que existe la emprendiduría y en eso estamos, aunque me gusta poquísimo esa palabreja tan de moda. Y ahí ligo con las vicisitudes que expresa Castejón en su artículo y con la mala costumbre que tengo de comer todos los días...y con cómo en el inconsciente colectivo se va inoculando la idea de que hay que buscarse la vida, y no digo yo que no. Lo que sí digo es que frente a nuestra fuerza como individuas no olvidemos que hay unas fuerzas económicas con personas con nombres y apellidos detrás que bregan por imponer sus reglas de juego de modo que la distribución de la riqueza se haga como a ellos más les beneficia. Y eso va en contra de los intereses de las personas más vulnerables y su desarrollo como seres humanos con dignidad.

Y esa es nuestra lucha como mujeres y hombres: cambio de reglas de juego en lo económico y a la vez entrar en la perspectiva de que mujeres y hombres somos personas.

 Con otras reglas de juego y otra perspectiva de género, de observarnos como seres humanos, los modos de existir podrían ser más gozosos, más productivos en felicidad, permitiendo tiempo para la vida, sin miedo a carecer de lo básico para cubrir las necesidades básicas y las de sentirse seres plenos.



Sobre trabajo y emancipación real: Trabajo azul, príncipe fijo. (entrada de María Castejón)



Y si os interesa más sobre María Catejón, aquí pongo otro interesante enlace a una entrevista que le hacen en la revista www.lemuria.cat:

Las heroínas de cine son heroínas por superar mandatos de género  (entrevistada por Marta F. Soldado)



Imagen de www.lemuria.cat

viernes, 2 de octubre de 2015

La menstruación es algo natural. Stop al castigo.


Hace tiempo que se me pasa por la cabeza montar algún curso de movimiento y sexualidad, montar un grupo de crecimiento para tratar del tema más controvertido socialmente y que constituye la esencia de la vida. Me doy cuenta de los tabúes que aún arrastramos, las vergüenzas, el desconocimiento, a pesar de estar en la era de internet, con tantos datos a nuestro alcance.

Y me encuentro con este enlace que pongo más abajo sobre cómo viven la menstruación en diversas latitudes de nuestro mundo, y me digo que, comparando casi lo hacemos aquí de maravilla, aunque en nuestra sociedad aún se viva el tema como un castigo. Y no quiero decir que no sea molesto unos días cada mes estar para meterte dentro de un caparazón, con dolores de cabeza, de ovarios o qué se yo. Sin embargo, el problema no es la menstruación en sí misma como proceso biológico y natural, sino que lo es el ritmo, el modo de vida que no nos permite parar e ir hacia adentro.

Es importante poner conciencia en que como mujeres, hay unos días, de perfecta normalidad, en los que nos encontramos con una energía más bajita, sólo eso. No estamos enfermas. Sólo necesitamos calma y tal vez algo de mimos, esos que siempre ofrecemos nosotras...

La menstruación forma parte de nuestra naturaleza humana y es necesaria para la creación de vida, por tanto es algo a respetar y a mirar desde otro punto de vista alejado del asco.

Por eso  me resulta triste leer cómo muchísimas mujeres viven estos procesos de forma tan traumática y por eso me encantaría que nuestras hijas empezaran a vivir su propio proceso con una óptica más amorosa y de respeto con la propia naturaleza. ¿Para que pelearnos con lo que es?

Y ya de paso, y hablando de estos temas, si aún no conoces la Copa, ¿a qué estás esperando?


De cómo llevan el tema de la menstruación en otras 
latitudes


lunes, 14 de septiembre de 2015

Las niñas ya no quieren ser princesas


Ya desde muy jovencita había una idea en mi, que fue tomando forma de manera cada vez más rotunda: yo era una persona, ni más, ni menos que un hombre. Tuve muy claro que por el mero hecho de haber nacido mujer no iba a ser la chacha de nadie, ni la mamá de nadie, que no fuesen mis hijos. Esto parecerá una perogrullada, y habrá quien piense que esto ya se sabe. Pues a mi me parece que aún es necesario repetirlo: soy una persona y soy una mujer. Tal vez debería decir me siento una mujer. Pero esta sutil apreciación da tema para otra entrada y ahora no es de lo que quiero hablar. Aún hace falta decir y repetir que si quiero convivir con alguien, quiero que sea en igualdad de condiciones y sin que se dé por supuesto que tengo unos roles asignados y en relación a mis genitales o a mis maneras femeninas.
La cosa es que hubo un tiempo en que la palabra "feminista" me parecía demasiado fuerte porque había alguna cosa afirmada por alguna feminista que a mi me parecía excesiva o que yo no compartía. Con el tiempo he sabido distinguir y aclararme conceptualmente hablando y me declaro firmemente feminista y creo que hay que decirlo bien alto. Por desgracia aún es muy necesaria la lucha por la igualdad porque vivimos en una sociedad heteropatriarcal donde demasiados comportamientos y actitudes son moneda corriente y debemos señalar que siendo tomados por normales, son una manera de hacer sumamente injusta con toda aquella persona que no se ajusta a los patrones instaurados.
A todo esto topé por estos mundos virtuales con un vídeo muy interesante que me gustaría compartir y me invitó a escribir esta entrada, acerca de las niñas y las princesas. Ja, ja, ¡qué preciosas están con esas bocas soltando verdades! Me encantó y por eso este enlace para que también podáis compartirlo y dar voz a cosas que deberían ser evidentes y que aún no parece que las tengamos suficientemente claras.




Imagen extraída de www.cosasqueinspiran.com




martes, 26 de mayo de 2015

Juan José Tamayo: La necesaria teología intercultural e interreligiosa de la liberación en perspectiva de género


Escribiendo en mi libro Tiempos para la vida, voy buscando fuentes donde encontrar otras opiniones sobre lo que quiero expresar. He hecho un gran descubrimiento estos días y quiero agradecer desde aquí el poder acceder al pensamiento de mentes tan lúcidas como la de Juan José Tamayo, teólogo español, que defiende la necesidad de una nueva teología y el cultivo de la conciencia crítica. Una nueva teología intercultural e interreligiosa de la liberación en perspectiva de género, superadora de la teología apologética, despreciadora del resto y en posesión de la verdad absoluta.

Y agradezco porque voces como la suya me parecen imprescindibles y necesarias. 
El hecho religioso, o la vivencia espiritual, es algo ligado a nuestra naturaleza como seres humanos. Desconocemos aún tantas cosas sobre lo que nos toca vivir, bueno mejor dicho sobre lo que nos toca "no vivir"... No tenemos pruebas de si existimos antes de nacer o después de la muerte. Las religiones, cada una a su modo, han querido dar respuesta a esta necesidad, y sin embargo no todo el mundo es creyente en el Dios todopoderoso del que hablan  las religiones monoteístas, o en los Dioses de las politeístas. Lo que sí conocemos es la experiencia espiritual que nos mueve durante la vida, el hecho de ser seres con conciencia y necesidad de trascendencia. 

Por eso me parece tan acertado el discurso de Tamayo cuando habla de que otro mundo es posible y de que la nueva teología ha de empezar en el aquí y el ahora y defender la dignidad de la vida aquí, una vez ya nacidos, conquistando ahora la felicidad, ligada a unas condiciones materiales de vida, espirituales y culturales, en colaboración con los movimientos sociales.

El habla de una nueva teología, y desde la laicidad, estoy de acuerdo con su discurso porque comparto la idea del diálogo sin corsés, con conciencia crítica y desde el darse cuenta de los propios valores limitantes. Cuando la religión o las ideas parten de la posesión de la verdad única, se vuelven defensoras de la violencia y la muerte para su propia perpetuación.

La teología intercultural apela a estar más allá de la defensa de una única confesión, en la idea de recuperar propuestas de emanciapación de las distintas culturas para poder humanizar el mundo, en permanente diálogo respetuoso y en defensa de la vida en el ahora.

 La teología interreligiosa, para "deconstruir la intolerancia fundamentalista" y recuperar la idea de paz y justicia que es inherente a las distintas religiones. 

La teología de la liberación, para tener en foco a los sectores marginados y excluidos. 

Y la teología en perspectiva de género, apelando a la " universalidad de la razón y de los derechos humanos". Afirma Tamayo que "las mujeres son sujetos éticos, sujetos políticos, y todavía no son sujetos religiosos porque las religiones están gestionadas y controladas por varones y las mujeres son reducidas a meros objetos de usar y tirar, a los que se recurre cuando interesa y de los que se prescinde cuando no interesa". 

Tamayo  pone encima de la mesa que "no hay reconocimineto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres porque la ética cristiana está elaborada por varones y consideran que esos no son derechos". Y explica que la clave de la teología en perspectiva de género está en reconocer a las mujeres como sujetos, en igualdad de condiciones, y que el sexo no es motivo de discriminación, sino que hombres y mujeres son sujetos éticos y políticos y también han de ser sujetos teológicos, "capaces de pensar la fe y la experiencia religiosa desde su propia subjetividad y vivencias". 





Y es que las mujeres y los hombres somos personas y las emociones y las vivencias son universales, ya sea en la fe o en la laicidad. Por eso comparto este vídeo y lo que en él se dice. Tan necesaria es una nueva teología como un nuevo sistema de valores que supere los de este capitalismo autodestructivo en que nos estamos moviendo.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Aceptar y amar el propio cuerpo.


Hace años topé con un libro (1) muy interesante que iba en la línea del enlace que os pongo un poco más abajo y que hoy me ha emocionado tanto que creo que es importante compartirlo aquí contigo, que te dejas caer por aquí de vez en cuando y agradecer de paso tu presencia.
En el libro de Rita Freedman explica los tres pasos esenciales para amar nuestro cuerpo y son " prestar atención a las necesidades físicas, apreciar los placeres estéticos, sensoriales y sexuales que le son inherentes y aceptación". (2)

Ahora debería releer el libro, aunque en su momento yo creo que me vino bien. 

Luchar contra los estereotipos y las creencias que interiorizamos desde pequeñas es árdua tarea.
Este artículo que es una carta de una hija a su madre y a través de la que podemos darnos cuenta de cuán mal nos tratamos a nosotras mismas y de la importancia que tiene eso en vivir una vida a medio gas y lo que es peor cómo esto se perpetúa y hará que nuestras hijas y las hijas de nuestras hijas, mantengan esa relación con su cuerpo, que las mantiene prisioneras de una estética.

Vivir el cuerpo sin juicio necesita primero conciencia y después aprendizaje. Es decir, es necesario constatar el juicio continuo y la culpa a la que nos sometemos y después empezar a aceptar el cuerpo tal como es, con su belleza y sus defectos, más allá de patrones aprendidos.

El movimiento corporal y la respiración conscientes movilizan la energía y nos permiten un cambio de óptica y un inicio del goce desde un lugar distinto al habitual...
Vivir el cuerpo sin la agonía del juicio contante es muy liberador. Aceptar que tengo un culo generoso y dejar de esconderlo, sería un ejemplo claro de relajación.
Os invito a leer el enlace de más abajo y que reflexionemos sobre este tema que tanta influencia tiene sobre las personas, sobretodo en nosotras las mujeres. Por nosotras  y por las que nos suceden. Vivir con plenitud necesita nuestro cambio y reflexión.










Imagen tomada de  
http://www.tiemporeal.mx/opinion/8787


(1) Rita Freedman, Amar nuestro cuerpo, Guía Práctica para mujeres . Cómo gustarnos a nosotras mismas , Ediciones Paidós, 1991.

(2) Ídem, página 16.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Píkara Magazín: presentación en el Ateneu Candela de Terrassa



Fue un placer estar ayer tarde, dos días después del 8 de marzo, en la presentación de Píkara Magazín en el Candela en un encuentro organizado por la Guerrilla dels Cossos y la librería Synusia.
Estuve a punto de quedarme en casa. Estoy en esos días del ciclo en que lo que el cuerpo me pide es estar hacía adentro, y estar quieta, bajo una mantita tibia que me aporte el calor que me hace falta.
En un momento de "debilidad" en la tarde, caí bajo los influjos del móvil y vi que era la presentación de la que me habló mi amiga E., del grupo de la Guerrilla, y me dije que no podía perdérmelo. Me dejé llevar por mi intuición, a la que pocas veces hago caso en mi forma habitual y "razón-able" de ir por la vida, y para allá que me fui. Valió la pena el esfuerzo.
Quiero dar las gracias desde aquí a las organizadoras. Ayer no tenía el cuerpo para vida social y menos para coger el micro. Esta también soy yo. Unas veces me como el mundo y otras me metería en la casa de un caracol.
La cosa es que la presentación de June Fernández, me pareció fresca, transparente y muy enriquecedora. Como ella afirmó a lo largo de sus explicaciones, hacía falta un sitio como Píkara para hablar de temas de los que "nos apetece hablar sin que haya un filtro, ni un jefe que nos dicte cómo decir y qué decir" y además con esa línea tan abierta, respetuosa y lúdica de entender la vida.


June Fernández en la presentación por parte de Synusia y la Guerrilla dels Cossos.


Especialmente me gustó esa postura de autocrítica y de no encasillamiento en cuanto al modo de entender el feminismo, desde la conciencia de que todas estamos influidas por el ambiente, del que no siempre somos capaces de escapar. Es un poco el darnos cuenta de que somos lo que somos, más allá de dogmas y "purezas" y que lo interesante es abrir la mente y sobretodo ser capaces de reírnos de nosotras mismas, cuando nos pillamos en la "falta" o en la ignorancia.

 Por eso tengo un lema que dice "La risa, esa cosa tan seria", y por eso, a parte de escribir, me dedico a hacer talleres de movimiento expresivo y risas, trabajando desde lo lúdico y el soltarse, porque el cuerpo dice la verdad, y si observamos atentas, nos habla. Muchos dolores en las cervicales, en la espalda, contracturas, vienen de ir por la vida sin permitirnos cosas y eso nos lleva a andar rígidas, contenidas, tensas...Aprender a soltar esas rigideces no sólo desde lo mental sino desde lo corporal, es muy sano, y todo suma. Por eso me gusta el nombre Guerrilla dels Cossos porque tiene que ver con el cuerpo. Por eso me gusta Píkara, porque el nombre denota sentido del humor e inteligencia, que es justo lo necesario para abordar temas de importancia vital, y que a lo largo de la historia han sido silenciados. Hablar de temas de sexualidad desde una óptica amplia que evidencie la influencia totalitaria que el patriarcado dentro del capitalismo ha ejercido, es imprescindible, a estas alturas de la historia, en que a veces tengo la sensación de que vamos hacía atrás.

Píkara,online magazine.
Edición impresa
AÑO 2
Por todo esto agradezco que haya mujeres capaces de tirar un proyecto así hacía adelante. Crear un espacio para poner luz, para crear debate, para aprender, para visibilizar, me lleva a aceptar que no todo está perdido, que somos muchas las que no nos conformamos con lo que el sistema persiste en mantener como modelo de orden y que tanto sufrimiento genera a quien no entra dentro de los cánones del "deber ser". La diversidad es lo real en este mundo y es la defensa de la expresión de esta diversidad sin tener que ocultarse lo que nos enriquece y nos permite vivir sin miedo. Y eso es lo que debería ser esta vida, un camino de libertad compartido, desde el respeto por lo que Es, más allá de ese "deber ser" al que hacía referencia, y más allá también de los imperativos tan de moda del "Sé, tu puedes". A veces no me apetece ningún imperativo y sólo quiero estar tranquila.

El feminismo hoy sería atender a nuestras necesidades como seres humanos y visibilizarlas y cuestionar los mecanismos, inconscientes y/o premeditados, que impiden la realización plena en nuestras vidas, desde lo sexual, pasando por lo laboral, en lo social, y en las propias casas y familias. De ahí la importancia de la educación de nuestros hijos e hijas. No se trata de inculcarles ninguna "verdad" sino más bien hacerles preguntas que les hagan pensar y ampliar posibilidades.

Por todas estas cosas de las que se hablaron ayer nació este blog. Y por eso también me encantó ver que hay ya en Terrassa un grupo de mujeres inteligentes y con ganas de autoformarse y compartir sobre las inquietudes que nos mueven, nos preocupan o nos alientan, más allá de las instituciones que, muchas veces y por desgracia, acaban siendo dirigidas por intereses partidistas, que necesitan irse poniendo medallas, olvidando trabajar desde la cooperación, valorando y potenciando el mérito en iniciativas que surgen más allá de sus propios organismos.

Desde aquí quiero mencionar la valiosa idea que surgió de las mujeres de la Guerrilla dels Cossos de ir construyendo entradas en la Wikipedia sobre tantas mujeres cuyos logros no han tenido el reconocimiento merecido. Y poner sobre la mesa, que esta sociedad necesita potenciar los valores cooperativos, más allá de los egos, en este caso institucionales. Precisamente las instituciones deben trabajar para la ciudadanía y escuchar y potenciar sus iniciativas, sin apropiárselas, para perpetuarse.

Gracias June, a ti y a todo el equipo, entre el que está Mónica Quesada, que me parece una excelente pedagoga en estas materias y de la que aprendo un montón. Siento haberme marchado ayer sin saludarte. Ya tengo un pedacito de Píkara en casa. Me quedé un ejemplar escrito.

Un abrazo y mil sonrisas!

viernes, 20 de febrero de 2015

A propósito de 50 sombras de Grey

Este libro desde el principio me ha dado mucha pereza. Tanto es así que me lo regalaron cuando salió al mercado y lo presté antes de leerlo. Pensaba hacerlo, lo de leerlo digo, pese a mis sospechas, más que nada para poder hablar con conocimiento, y a estas alturas de la película, nunca mejor dicho, ya he decidido que no voy a perder el tiempo.

Y es que voy a acabar creyendo que somos idiotas por naturaleza, los humanos.

Al principio pensé que tal vez me estaba pasando como con la trilogía de Larsson. Suele pasarme con los best-sellers, me dan algo de grima. ¿Será envidia insana? Menos mal que flaqueé y empecé a leerlo, pasado un tiempo del primer revuelo. Lo digo porque El hombre que amaba a las mujeres está muy bien escrito y construido. Hace falta mucha inteligencia para idear una historia así, y a pesar de su dureza, vale la pena.

Pero mira tu por dónde con la de Grey parece que acierto si no pierdo el tiempo. Parece ser que como literatura no vale un duro. Y además los valores que le son intínsecos van en la línea de perpetuar los roles de género en los que la mujer debe mantenerse sumisa, tontita, más pura que la Vírgen Maria hasta que al Grey de marras le parece oportuno y un largo etcétera en el que no me voy a entretener porque Barbijaputa lo hace maravillosamente en esta entrada de más abajo.

 He leído varias críticas excelentes, entre las mejores esta que os invito a leer:




Y esta carta de una mamá a sus hijos adolescentes que me parece maravillosa, para que la lean los y las jóvenes y todas las mujeres que han ido o piensan ir a ver la película o leer la novela, y para todos los mamarrachos a los que se les haya pasado por la cabeza emular al macho alfa enfermo total protagonista del título en cuestión:



Y eso es todo querido y estimado público, vayánse a ver cualquier otra película, o dediquen su tiempo a hacer el AMOR, u otras cosas, como más les plazca, en compaía o en solitario.

Imagen del blog: castillosenelaire21.blogspot.com

jueves, 22 de enero de 2015

La copa menstrual : ¡una revolución maravillosa!


Os dejo un enlace a un artículo buenísimo sobre las copas menstruales escrito por Sabrina Rubli y que me parece espléndido. Celebro que la Copa permita facilitar la vida de las mujeres  en estas latitudes. Es una idea que me ha pasado por la cabeza montones de veces desde que uso la Mooncup.

Recordaros que esta firma es de las primeras en su producción y tienen un gran cuidado en el proceso productivo a todos los niveles y es una empresa de mujeres. La casa Naturcup, extremeña, también es una muy buena opción, frente a otras marcas que trabajan modelos muy atractivos con colores y que yo, en principio, no elegiría.

La copa es una revolución y una maravilla. No me cansaré de aconsejar su uso por el bien de nosotras las mujeres y también por el mundo y el equilibrio ecosistémico ya que permite la reducción de millones de compresas y tampones usados que ensucian y contaminan el mundo cada día.
La menstruación es algo orgánico que no contamina nada el ambiente y no huele ni es algo sucio, como a veces sentimos después de jornadas de tampones y compresas.


Cómo las copas menstruales están cambiando la vida en África Oriental



Fuente:  
http://images.huffingtonpost.com/2014-12-12-femme.jpg