viernes, 12 de diciembre de 2014

Este es mi cuerpo de Humanismo Secular

Siento la necesidad de compartir este vídeo protagonizado por mujeres y que me parece muy gráfico y comparto plenamente. "Este es mi cuerpo" y sólo yo decido sobre lo que hago, sobre lo que siento, sólo yo decido con quién me acuesto, cuándo quiero ser madre, cómo y si quiero parir, sólo yo decido sobre mi y cuando quiero entrar en compromiso.

Basta de que otros, legisladores, instituciones religiosas, padres, esposos decidan qué me conviene.
Alguien podrá decir que hay demasiada rabia, mucha ira, en alguna de sus protagonistas. Es cierto, como también lo es que hay motivos para sentir así. Son muchos siglos de sojuzgar a las mujeres, y aún persiste, por desgracia, la necesidad de tenernos bajo yugo en gran parte del mundo.
Es cierto que también los hombres padecen por muchas cosas. También lo es que muchas mujeres son cómplices de que las mentalidades no evolucionen. Ambas cosas no restan importancia a que las mujeres y los hombres de conciencia digamos - ¡Basta ya! -,  y hagámos patente porqué hay esta rabia, y que queremos construir un mundo de iguales, donde nuestros cuerpos sean nuestros, tanto de mujeres como de hombres, y sean tratados con respeto y empatía.
Cada ser humano, dueño de su cuerpo y responsable de él para gozarlo y cuidarlo como mejor le parezca.


Link al vídeo:

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Vivir sin miedo de Eduardo Galeano



 Navegando por estos mundos de nuevo, a veces recupero la esperanza y me emociono y me enamoro. He descubierto hoy este vídeo que podéis ver clicando más abajo, dentro de una hermosa entrada del blog www.muliersapiens.com,   muliersapiens.com , que habla de nosotras las mujeres, y de esos hombres que saben amarnos y respetarnos, porque haberlos, háylos, yo lo sé. Y es necesario que sean visibilizados porque ello da la medida de lo que deben ser las relaciones entre iguales, que se aman, que se cuidan, que se respetan, que se facilitan la vida.

Eduardo Galeano
Vivir sin miedo, breve y maravilloso discurso de Galeano


Oír hablar a este hombre me desmonta. Yo quiero escribir como él. Me gusta su sencillez, la ternura que despiertan sus palabras cuando habla con esa calma suya,  esa mirada inteligente, su sensibilidad para ver lo esencial en lo cotidiano. Me gusta cómo se detiene en explicar el sufrimiento de las gentes más sencillas, cómo da voz a los sin voz. Y me doy cuenta que mejor no tirar la toalla, porque aún hay personas que van más allá de su propio ego, y se funden con el universo y lo hacen suyo cuando lo miran, y cuando nos lo cuentan.
Gracias Eduardo Galeano por ser una prueba de que no todo está perdido y que hay personas que valen la pena.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Roser Amills: "Sé buena ".


Hace unos días, tras leer la Cama celestial de Irwing Wallace, de la que hablaré en algún otro momento, me encuentro en el intervalo de hallar una nueva lectura, que llene una parte de mis ansias vitales. Y mira tu por donde que me toca un premio por haber participado a una propuesta de Roser Amills, y he de recoger en Barcelona su última novela. Me deja escoger : en catalán o en castellano. Dudo. Y me digo que siempre es mejor elegir la lengua original en que se haya escrito la obra, siempre en el caso de que la mendas, o sea yo, domine dicha lengua, claro. Me dice que la ha escrito simultáneamente en las dos. Finalmente elijo el español por la simple y subjetiva razón de que en mi imaginario eso de "Sé buena" me rechina más que "Fes bondat" y me lleva a fantasías que me hacen tener ganas de ver de qué irá la cosa.



Novela Sé buena de Roser Amills


Quedo a media tarde con Roser Amills, un poco antes de mi cita con la primera sesión de este otoño de música, movimiento expresivo y meditación de la risa profunda, que es la TERP.
Estoy nerviosa toda la mañana. Es una escritora y periodista que me resulta muy interesante por su osadía, desparpajo, naturalidad y gracia...y con mucho tino en sus dotes internautas y mediáticas y que se relaciona con gente a la que también admiro...total que me pregunto si será tan maja como en los vídeos que veo en su web o será una estirada...Seguro que querrá que nos hagamos una foto, ¡ay! , y yo con estos pelos...bueno, a mi ego también le hace gracia lo de la foto...Entre tanto llega la hora y me avisa que llega un poco justa... y ya me gusta ese detalle...Me siento en la terraza del bar donde hemos quedado, en el barri de Gràcia y espero entre ráfagas de tranquilidad alternadas con ráfagas de inquietud...Unos minutos más tarde llega con su sonrisa genuina, que desarma de inmediato todos mis miedos. Y empezamos a hablar como si nos conociésemos de toda la vida, de su novela, de la vida, de mujeres de agua, de mujeres en general, de hadas y de niños, de Mallorca ...Y sí: ¡nos hacemos la foto!  Nos despedimos y me digo " la gente más interesante, es la gente más sencilla".
En el tren empiezo la novela. Ya en el primer capítulo intuyo que me va a gustar...el enfoque, el tema...cierro el libro con la emoción que siente una niña a la que se le presenta un largo invierno.  Y ahí ando aún, enganchada a una biografía que me hace cuestionarme cosas sobre la magia, la fantasía, el amor y el desamor...Y no puedo dejar de leer, ni frente al hermoso paisaje que tengo delante de mi este fin de semana....
Continuará...



Bueno han pasado escasos 7 días que empecé "Sé buena" y he de decir que no he podido soltarla hasta saber cómo acaba, entre historias fantásticas, a través de las cuales he sentido la magia y me he dicho porqué no volver a repetir aquella frase mil veces escuchada en la película de Peter Pan, "yo creo en las hadas", porque como las meigas, habérlas, háylas...
Llegando a las últimas páginas de la novela me digo que tejer es el camino. Si tu la lees entenderás porqué lo digo. Tejer hasta tener las distintas partes del jersey y poder unirlas para que todo cobre un sentido, y que ahora es el momento de tomar decisiones, de vivir, de sentir, de equivocarse, de construir, de cultivar el amor, ahora... 
Vitalia, la protagonista, nos lleva a través de un viaje emocionante por el tiempo, entre carencias y vulnerabilidades, entre pasiones y magia, y todo aquello que nos hace humanos.
Amills utiliza un lenguaje rico, y poético, consiguiendo que en muchos momentos eso que lees te resuene, porque las personas todas pasamos por situaciones que nos llevan a  emociones que son universales y comunes.
Si bien es cierto que un repaso final antes de la edición podría haber evitado el equivalente a lo que en el cine se conoce como  gazapos, la complejidad de la historia, su atmósfera, la capacidad de construir los personajes y su psicología, y la poesía que destilan muchísimos de sus párrafos, perdona cualquiera de ellos, porque el conjunto es muy positivo.
Recomiendo su lectura, una novela sobre una saga de mujeres muy especiales, y aquí os dejo con un pensamiento de la protagonista: "No le cabe la menor duda, lo mejor está siempre por suceder, aunque para llegar hasta ahí hay que ir avanzando sobre el tablero".(1)

Os deseo que la lectura os sea tan intrigante y agradable como me ha sido a mí.

Gràcies Roser Amills! Petons i somriures!!!


Roser Amills, Sé buena, Editor Quinparell,SCP,2014, página 449.

viernes, 17 de octubre de 2014

Amanda Palmer o poner a los mass media en su sitio

Estos mundos de internet me permiten conocer personas maravillosas, que son capaces de Ser. Amanda Palmer, una artista valiente y comprometida, con el amor, con el arte, con las personas, con las mujeres, con la vida. Pongo aquí un enlace a un vídeo de Youtube subtitulado en español:


Me encanta la respuesta al diario conservador británico Dayli Mail. Y, salvando las distancias, me he sentido un poco ella ( ¡ya me gustaría a mi! je,je...), porque es este el tipo de mujer necesario para romper los moldes estereotipados que la sociedad perfila como único modo de ser.

Que aún hoy sea noticia un pecho femenino en una foto, es patético. Que aún se nos pretenda inocular la idea de que hemos de ser perfectas y maravillosamente sexys, es algo que se consigue a través de los medios, y es causa de muchas angustias innecesarias.

Como decimos en sexología, y es algo que quiero resaltar aquí ahora, erótica y estética son cosas distintas. Todos los seres humanos, por el hecho de ser sexuados, tenemos capacidad de erotismo, de erotizar y erotizarnos y vivir lo sexual de forma maravillosa, con independencia de la belleza, la edad, las gorduras, las arrugas... Lo importante es el sentimiento y sentirse libre, más allá de los estereotipos constreñidores y limitadores. Lo importante es el deseo y vivirlo con intensidad y compartir... La atracción no obedece sólo a la belleza. Hay algo que sucede más allá de los cánones, y que tiene que ver con el sentir, con la ternura, con la vulnerabilidad, con el afecto..., con nuestra búsqueda, con las ganas de estar con...

Y me gusta Amanda Palmer porque es capaz de ser libre, de mostrarse y hacer lo que le da la real gana, y con unos argumentos e ironía, que ya le gustarían para sí a la Cyrus de turno, con perdón. Vive desde la propia valía y desde el amor y la confianza en la gente y en lo que hace.

El hecho de despelotarse en un escenario, y mostrar el cuerpo desnudo, haciendo expresa la inocencia de un cuerpo desnudo,  y dándole además un toque reivindicativo frente a la mojigatería estándard, que sólo acepta ver a vedettes "al uso" semi en pelotas, que es más sexy, hace de esta mujer una persona muy necesaria. No os explico mucho porque también pongo enlace un poco más abajo en el que explica su filosofía de vida.

Y me quito el sombrero. Porque considero que va mucho más allá de lo que pudiera ser una "flapper" del s.XXI.  La cosa no es permitirse actuar como los hombres, como pasara en los felices años 20. Aquella época fue un eslabón también necesario, y debió ser divertidísimo para las chicas "malas" y con posibles del momento. Ahora el paso es de mayor enjundia.

El hecho de ser rompedora hoy significa atreverse a vivir con plenitud, más allá de los cánones. Se trata de tomar el espacio que nos pertenece por estar vivas. Se trata de ser capaces de mostrarnos como somos y disfrutarlo. Se trata de vivirnos como seres de pleno derecho, sin pedirlo, tomando. El feminismo hoy debe  señalar lo que aún pone trabas a que esto sea así.

Muy interesante esta mujer, en el sentido de que va más allá de lo que nuestra sociedad pacata permite. Nos creemos que vivimos en unos países modernos y liberales y resulta que cuando una teta se sale del sostén cuando no toca, hay noticia. Y que si además la teta no es respingona y redondita ya la hemos liado.
Y es que además el modelo que se exhibe en las pantallas es el modelo Barbie, tan lejano a la mujer talla 44, que es lo que más abunda en la calle. No es que esté mal mostrar cuerpos esbeltos, libres de celulitis, aunque la mayor de las veces estén retocados con Photoshop. La belleza siempre es hermosa. Lo que no es correcto es que sólo un tipo de cuerpos sean mostrados en las pantallas y que se nos haga creer que sólo esos y no el resto son dignos del deseo, dignos de amor. Porque la especie sigue aquí y es por algo.

Todos los seres humanos tenemos las mismas necesidades con independencia de nuestros rasgos caracteriológicos, y hemos de conquistar la libertad ejerciéndola. Porque la libertad y el goce deben ser cultivados más allá de las verjas del jardín que el marketing dicta.

Por eso me gusta Amanda Palmer.









Enlace muy interesante donde explica un poco su recorrido vital:
Amanda Palmer :El arte de pedir

domingo, 28 de septiembre de 2014

Nos hemos salvado de la vuelta al medioevo.

Esta semana las mujeres hemos ganado una batalla. Que el Estado no pueda decidir por nosotras en algo tan importante como es nuestra decisión de ser madres, o no serlo todavía, por el motivo que sea, es algo que me da un gran motivo de alegría. No quiero volver sobre lo mismo que ya he hablado en otras entradas en este blog . Sí quiero expresar que estoy contenta por mi hija y por todas las mujeres que podrán seguir decidiendo cómo y cuándo quieren traer niños a este mundo. Estoy contenta porque si deciden no seguir adelante con un embarazo que no puede ser, o que no les apetece, o que les viene grande, no tendrán que poner sus vidas en peligro. ¡47.000 mujeres en el mundo mueren al año a causa de los abortos clandestinos! La mayoría de ellas pertenecen a las clases sociales menos pudientes.






 El aborto no es un plato de buen gusto, y sigue produciéndose porque las realidades sociales son las que son y sólo en nosotras, en cada una de nosotras debe estar el poder absoluto a decidir. Y no me vengan con moralinas apegadas a los rosarios y a las sotanas. La vida se defiende de otra manera. La vida se defiende con una escolarización gratuita y de calidad desde el inicio hasta la universidad. La vida se defiende con una sanidad pública universal. La vida se defiende exigiendo y construyendo mecanismos de control y fiscalización de la política. 
La vida se defiende desde la educación sexual madura y sensata, que vaya más allá de lo meramente biológico. Señores y señoras, ¡tachán, tachán!...la vida se defiende, hablando de amor, hablando de placer, hablando de compartir. 
La sexualidad es algo inherente al ser humano. Por el hecho de ser sexuado suceden una serie de cosas, de sentires, de necesidades, tan propias del ser, que ir contracorriente es algo que conduce a las mayores aberraciones. No es antinatural amarse, con independencia de los amantes y su género biológico, lo aberrante es negar la posibilidad de amor, de placer y de comunicación. Y si no vean los números, los casos de pederastia en grupos que se autoimponen el celibato. Eso es ir contranatura. 
Hablar de culpa y de pecado en temas de sexualidad ha hecho mucho daño. Y no se trata tanto de pasar de actitudes prohibitivas a actitudes permisivas, ya que esto sigue significando vivir lo sexual desde la culpa, y desde el silencio,  como si fuera algo que hacemos pero que no está bien. El asunto es emplear actitudes de cultivo de la sexualidad(1), es decir tomar lo sexualidad con naturalidad porque es consustancial a nuestra naturaleza, y a partir de ahí construir conceptos claros.  Es importante una educación que permita nombrar lo que sucede, lo que sentimos, y los procesos posibles. Es desde el conocimiento que podremos evitar muchos malos tragos, evitar muchos embarazos no deseados, evitar muchas actitudes de maltrato....Contiuará.


    (1) E.Amezúa, "Sobre las actitudes", texto de Curso de Educación Sexual 2, Revista Vida Sanitaria, Oct.1978.

martes, 19 de agosto de 2014

El ciclo menstrual y el ciclo lunar: trabajo de campo.





Hace poco tiempo que enfoco mis ciclos desde una perspectiva que me hace vivir con mayor alegría y comprensión esos cambios de humor, esos altos y bajos energéticos, que mes a mes se repiten a lo largo de la vida de todas las mujeres. Veréis cómo y porqué.

El ciclo menstrual dura aproximadamente lo que un ciclo lunar y es muy curioso hacer un trabajo de campo, recogiendo datos, a lo largo de todo un año, a nivel mental, emocional y espiritual, así como físicos (temperatura, dolores, relaciones sexuales, estado del cuello del útero, aspecto del flujo, etc...).

El hecho de reservar un ratito cada día a la observación del propio cuerpo, de las sensaciones y estado emocional, de las distintas variables que enumero más arriba, es algo que es valioso en sí mismo y nos permite estar en el presente y sentir la vida. Y además le confiere una validez experiencial, acorde con los métodos científicos, más allá de posibles interpretaciones esotéricas, que tan poco me gustan, tal vez por desconocimiento, no sé... Tomar datos a diario permite finalmente poder encontrar patrones que se repiten y entender que siendo la misma persona, mi sentir varia y si hoy estoy con una energía que sería capaz de comerme el mundo, en otro momento estaré con una enorme necesidad de descanso o de cuidados, y con la lágrima fácil...y que esto es perfectamente normal. 



www.imagui.com



Darme cuenta de esto, me permite dejar de ser tan exigente conmigo misma. Me permite ir viendo cuándo voy a estar más fuerte y cuándo más vulnerable y decidir en consecuencia cómo me tomo las cosas y el día a día. Tal vez sea capaz de entender que no siempre puedo estar al 200%, como me exige la sociedad y como me exijo yo.



En la educación que recibimos en materia sexual, ¡se nos obvia tanto saber!, y la cosa es que se supone que hablar de estas cosas no es necesario, ya que cada mujer se conoce y no hace falta que nadie le enseñe. Y no trato de buscar culpables, sino que mi para qué es remediar esta ignorancia en la que vivimos, pensando además que ya lo sabemos todo. 

Sabemos que la cultura patriarcal, y la religión, conllevan montones de tabúes acerca del sexo, del placer, no sólo de la mujer sino también del hombre. Cuando las personas pueden gozar, pueden fluir con la vida, más allá de la culpa, más allá del pecado, toman fuerza. La sexualidad sana es un mecanismo para el empoderamiento y la libertad. Y eso siempre asusta al poder. Y oscureciendo estos recursos consigue un mejor control social. Es una manera más de tenernos bajo el yugo.

Por eso es tan importante que mujeres y hombres conozcamos nuestras potencialidades y las permitamos con respeto, sabiduría y amor por la vida, más allá de los estereotipos aprendidos, porque vivir y amar ha de ir más allá de los límites, sin miedo.

Conocer nuestro cuerpo y su lenguaje, nos permite una mayor calidad de vida y una mejor comunicación con el otro.

Observar los paralelismos del ciclo lunar y el ciclo menstrual es algo que estoy haciendo y me parece interesante. Si descubro algo nuevo, ya os lo contaré.

He encontrado este vídeo que os enlazo aquí porque, aunque a mi me resulta difícil entrar en la creencia de que la tierra y  el agua tienen vida, y otras cosas que afirman las culturas indígenas americanas, el discurso tiene un sentido importante que tiene que ver con el respeto a la naturaleza, y el cuidado de la vida y de la tierra que nos sostiene, que expresa la necesidad de recuperar la calma y entender que debemos recuperar los tiempos para la vida en armonía. Y que los humanos necesitamos un tempo humano y valorar lo que somos. Así hablar a nuestras hijas e hijos de la menstruación como algo poderoso que mantiene la vida, forma parte de algo olvidado e importante, que no debe ser escondido como algo sucio.


                                                  Entrevista a Andrea Herrera Atekokolli






Imágen de yovivoenchina.wordpress.com

























miércoles, 13 de agosto de 2014

Lea Grover: " En esto consiste la crianza con una visión positiva sobre el sexo"

 Leo esta entrada en el Huffpost y me parece muy acertada y en la línea de cómo vivimos la sexualidad en casa y la idea de cómo hemos de tratar estos temas más allá de los tabúes y el "modelo" con el que tuvimos que aprender y espabilar los de mi generación, con honrosas excepciones. Ya ni te cuento cómo les fue en la generación de nuestros padres y madres o abuelos y abuelas. Si has tenido la suerte de que te hagan confidencias tus ancestras, sabrás de lo que estoy hablando.
Por eso copio íntegro el texto que me parece estupendo compartir y tener en este blog para que empecemos a crear nuevas maneras más sanas de educar y vivir eso tan intrínseco a los seres humanos que es la sexualidad. Porque una buena educación sexual abre puertas a una vida sana y normalizada.


 El texto lo he encontrado publicado en el Huffington Post de 13 de agosto de 2014. Su autora Lea Grover, y la traducción de Marina Velasco Serrano.

 Enlace a la noticia original en el Huffpost

"Volvió a ocurrir. Estaba sentada en la mesa con mis hijas y me di cuenta de que la niña se estaba hurgando debajo de la falda.
Lea Grover, escritora,  mami y
 blogger .

"No jugamos con la vulva en la mesa. Ve a lavarte las manos y termina de cenar", la regañé. Ella asintió, corrió a lavarse las manos y acabó con su cena.
Los niños pequeños se tocan. Mucho. Les resulta fascinante. Cuando eres niño, no tienes sentido de la vergüenza, del asco, ni del miedo a tu cuerpo. Tu cuerpo es lo que es. Hace lo que hace. Y todo lo que hace es sorprendente, porque no eres lo suficientemente mayor para sentir dolor lumbar. No es sexual... es un hecho.
La primera vez que pillé a mi hija jugando con sus genitales, no le dije absolutamente nada. Por un momento, me sentí paralizada por la indecisión. Estaba convencida de que no quería gritarle "¡no!" ni "¡para!". ¿De qué podía servirle si la regañaba? Obviamente, la situación era violenta y me sentía incómoda al ver a mi hija haciendo eso en el suelo del salón, pero ¿acaso tenía que enseñarle a temer o a ignorar su propia vagina?
Estuve pensándolo dos días sin parar, y al poco tiempo me dio una segunda oportunidad para reaccionar.
"Cariño, no se juega con la vulva en el salón", le dije. Lo cual sonó ridículo y extraño, pero verdadero, sin duda. "No pasa nada por tocarte la vulva, pero es algo privado y las personas tienen privacidad. Los únicos lugares en los que puedes tocarte la vulva son el baño y el dormitorio. Si quieres jugar con tu vulva, por favor, hazlo en tu cuarto".
Ella sonrió y lo hizo, sin preguntar nada, porque lo de asociar una actividad a un lugar concreto funciona muy bien con los niños pequeños.
"No se come en el baño y no nos tocamos la vulva en el salón" se convirtió en el nuevo mantra. Y al final, pasó a ser: "No nos tocamos la vulva en la mesa".
Se puede decir que tengo una visión positiva acerca de la sexualidad. Esto no significa que le cuente a mis hijas de 4 años lo espectacular que es el sexo. Simplemente, no hago que parezca algo que no es.
Como padres, mentimos todo el tiempo. Desde el Ratoncito Pérez y los Reyes Magos, hasta lo que pueden durar 10 minutos, pasando por si nos acordamos o no de que querían volver a cenar queso frito... Mentimos mucho. Sobre el sexo, sin embargo, no miento.
No quiero que crezcan avergonzadas por su cuerpo o confundidas sobre su funcionamiento. No les cuento nada de cigüeñas, sino que hago el esfuerzo de ser sincera sobre la reproducción humana. Y sobre todo lo que implica.
He hablado con muchas madres sobre la famosa charla. No creo que mis hijas y yo tengamos esa conversación en particular, porque ellas ya lo saben. Hablamos sobre el tema a menudo; los niños se obsesionan con facilidad. Leemos libros explicativos que cubren todos los aspectos. Podemos hablar sobre abortos y cesáreas, porque también forman parte de la historia de los nacimientos, y podemos hablar de que mamá y papá se siguen acostando. Cuando sean más mayores, empezaremos a hablar sobre los anticonceptivos.
Mentir a tus hijos sobre el sexo no ayuda a nadie. Contarles que el sexo "sólo ocurre entre mamás y papás" es una mentira que lleva a la confusión de los adolescentes con las hormonas revueltas. Contarles que el sexo "sólo es algo que ocurre entre personas que se quieren mucho" es una mentira que hace que esos adolescentes con las hormonas revueltas confundan amor con ganas y obsesión. Conlleva al falso silogismo: "Si me acuesto con esta persona, debe ser que estamos enamorados". O peor aún: "Si estoy enamorado de tal persona, tengo que debo tener relaciones sexuales con él o con ella". ¿Cuántas tragedias de adolescentes empiezan con esta idea equivocada?
Lo cierto es que a (casi) todos los seres humanos nos gusta el sexo. Está bien. Así debe ser, pues, si no lo fuera, sería el fin de la raza humana. Lo cierto es que el sexo no es algo especial o mágico sólo porque sea sexo. Lo cierto es que puedes tener sexo espectacular con desconocidos y ni siquiera conocer su nombre. Lo cierto es que, sólo porque puedas, no significa que necesariamente debas hacerlo.
En esto consiste la crianza con una visión positiva acerca de la sexualidad. No contar mentiras sobre el sexo a mis hijas para que eviten comportamientos que no considero saludables. Consiste en contarles la verdad, la verdad por completo, y dejar que experimenten por sí mismas para que puedan tomar decisiones correctas.
Consiste en contarles que el sexo es bueno, pero que puede ser peligroso si no tienes cuidado. Consiste en enseñarles a pedir a sus compañeros que utilicen condones, y a comprar sus propios condones si planean tener relaciones. Es enseñarles que aunque el sexo sienta bien, pueden aprender también a sentirse bien por sí mismas (pero no en la mesa de la cocina). Es explicarles que el sexo combinado con amor es el mejor tipo de sexo, el trascendente, que crece del amor y crea una intimidad casi imposible de encontrar en otro lugar; que el sexo no siempre es así, aunque sea con una persona a la que amas. Que el sexo puede acabar en embarazo, aunque sea con protección, así que te comprometes a asumir las consecuencias.
Consiste en contarles que no son malas ni pecaminosas por experimentar sentimientos sexuales. Ni por acostarse con alguien. Se trata de enseñarles que el sexo pasa, independientemente de si la gente toma buenas o malas decisiones. Consiste en darles las herramientas para garantizar que cuando estén preparadas, sean inteligentes, precavidas y conscientes.
Hay muchas comparaciones en una escala de grises en lo que a la educación sexual se refiere. Algunas personas piensan que una vez que los niños llegan a la pubertad, si no tienen mucho miedo al sexo, practicarán todo lo que puedan y cuantas veces puedan. Hay mucha educación sexual basada en la abstinencia, que consiste en advertir a los niños que EL SEXO DA MIEDO, QUE NO LO HAGAN, aunque parece que se trata del programa con menos éxito que nunca nadie haya inventado.

Explicar a los niños la verdad sobre el sexo no consiste en darles permiso para que lo hagan (y esta es la parte más importante), porque cuando llegue el momento adecuado, nadie tendrá derecho, aparte de ellos mismos, a impedírselo.
Esto es lo que trato de recordar cuando les digo cosas como: "No nos tocamos la vulva en la mesa". El sexo es algo que SÓLO ocurre cuando las dos personas QUIEREN que ocurra. Esto significa que las únicas personas del mundo entero con potestad para hablar sobre si mis hijas tendrán relaciones sexuales o no son mis propias hijas.
No les voy a decir si deben o no tener sexo, pero tampoco les voy a decir que no pueden. Son ellas las responsables. Su cuerpo, su decisión.
No quiero ser la que siente un precedente para que otra persona llegue a decirles qué hacer con su cuerpo, especialmente en lo que a su sexualidad se refiere. No quiero ser la puerta de entrada para que llegue un novio manipulador y maltratador en potencia.
Así que pongo límites. Lugares apropiados. Higiene. Enseño a mis hijas que pueden tocar su cuerpo sin pedir permiso. Cuando empiezo a picarlas y me dicen "para", yo me paro.
Y cuando hablamos sobre alguna amiga embarazada, hablamos sobre úteros y esperma y óvulos.
La mayoría de las veces, no resulta incómodo. La mayoría de las veces, verifico la información y la conversación dura 15 segundos.
Algún día, la conversación se pondrá bastante más fea. Algún día, tendremos que hablar sobre la violación, el consentimiento explícito y entusiasta, y la anticoncepción. Algún día, tendremos que hablar sobre masturbación saludable y pornografía y expectativas realistas sobre el sexo y las parejas sexuales, y sobre la imagen corporal y la falta de vergüenza de nuestro cuerpo. Estas conversaciones no van a ser tan breves ni tan directas.
Pero estoy preparada. Cuando llegue el día, voy a estar lista. Porque ya he realizado el trabajo preliminar.
"No nos tocamos la vulva en la mesa". Es absurdo, pero todas las piezas son importantes. Es una pequeña lección sobre la seguridad y el consentimiento y la propiedad social. No creo que sea capaz de decir seriamente: "La virginidad no se pierde en el asiento de atrás de un coche después de una fiesta de fin de curso", sino más bien: "Para tener relaciones sexuales hay que pensárselo muy bien antes y, ante todo, si estáis decididas, hay que hacerlo con cuidado y protección, con total seguridad en la madurez de la pareja y en nuestra capacidad de asumir las repercusiones si contraemos una enfermedad o nos quedamos embarazadas".
Es la verdad.
Me gusta pensar que cuando llegue el momento, yo seré parte de esas afirmaciones y consejos. Si soy capaz de decir a mis hijas que "debemos" tener cuidado, ellas sabrás que, a pesar de lo que suceda, sigo estando de su lado. Que estaré para apoyarlas. Aunque cometamos errores, seguiré a su lado para ayudarlas a que vuelvan a hacer bien las cosas.
Este texto se publicó originalmente en Becoming SuperMommy.
Traducción de Marina Velasco Serrano"


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