jueves, 27 de marzo de 2014

Excelente discurso de un niño egipcio de 12 años.


 Hace unos días pude ver este vídeo y me sorprendió el lúcido discurso de un chico egipcio de 12 años, que en un país occidental aún estaría empezando su etapa preadolescente, desentendido de la política, la economía y los problemas sociales. Me gustó su capacidad analítica, sobretodo en la parte del discurso en que habla sobre la situación de la mujer en su país.

Y me gusta que alguien de un lugar donde la religión ocupa gran parte de la vida, sea capaz de expresarse en esos términos, porque me demuestra que allí, como aquí, también hay pensamiento crítico. Nos hemos creído la idea de que los países musulmanes están habitados por personas extremistas y descerebradas, y este joven demuestra que no. Si él cuenta estas cosas, a alguien cercano habrá oído hablar en términos similares. Estoy segura que en Egipto y en países aún más oprimidos como puedan ser Emiratos, Arabia, Afganistán, Yemen..., hay muchas personas, aunque sean minoría, que se dan cuenta del fraude político donde se ven obligados a vivir. Y algunas valientes mujeres que se organizan a pesar de las represalias a las que se arriesgan en su lucha.

Que un niño exprese tan lúcidamente acerca del sistema político, del papel de la religión y del sinsentido y atrocidad que es ningunear y maltratar a la mitad de la población, las mujeres, me permite sentir un poco de esperanza, en nuestra capacidad de pensar e ir más allá de lo que al sistema le interesa.





Y a todo esto aprovecho para que los de aquí, sí , nosotrxs, seamos capaces de ver el fraude político en que también vivimos. Tal vez ahora la religión ha perdido su peso a la hora de decirnos cómo tenemos que pensar y vivir,  y sin embargo el papel embaucador lo tienen la publicidad y los medios de comunicación de masas, en sus discursos amañados, en su ocultación de noticias importantes, en su capacidad de crear criterio que acabamos asumiendo como propio.

Por eso es tan importante que mujeres y hombres de conciencia seamos capaces de pensar por nosotrxs mismxs y transmitir a nuestrxs hijxs esta necesidad: pensamiento propio.

El lema de la escuela de mi hija es  "atura't-pensa-viu" , 


 PÁRATE- PIENSA-VIVE



 




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